Julio Cotázar

Julio Cotázar

domingo, 24 de julio de 2011

U2
Sábado 2 de abril de 2011
Estadio único de La Plata

Es la tercera presentación de U2 en Buenos Aires y el segundo show de esta gira, (360º Tour) y expectativa es lo que sobra. Aunque el escenario es algo mas chico de lo que realmente se había visto, no deja de ser imponente y cubrir más de la mitad de un campo que va teniendo a cada minuto menos espacio libre y más pies sobre él.
Son casi las 6 de la tarde y aún algún rayo de sol se filtra en las plateas del costado derecho. La clásica ola en las tribunas, que nació en aquel lejano e inolvidable mundial de México ´86, brota de aplausos ante un publico que goza de un momento que dentro de algunas horas estará vibrando por una de las bandas más importantes de este milenio. Vanguardia, honestidad y sencillez, se reúnen en estos compañeros de colegio que no añoran el pasado. Que toman la vida como un eterno presente. Tal vez musicalmente se repitieron en los últimos años, pero con un gran sentido de madurez y con el riesgo de ser los que siempre fueron. Cuatro músicos respetables, no virtuosos pero de gran técnica, que se tomó el negocio con gran profesionalismo y humildad. No se toman el rock demasiado en serio para ellos mismos, pero vienen aportando discos y giras en los últimos años a fuerza de mucho trabajo y originalidad. Alguna vez Bono dijo que en sus discos fluyen “la inocencia y la experiencia”, fruto de un sello indiscutible que cautiva, un engranaje que no dejó de funcionar desde el comienzo. Luego de la búsqueda musical de sus tres primeros discos y el sugerente The unforgettable fire (1987), muchos creían que U2 había llegado a su fin musical. Pero editan The Joshua Tree (1987), el quinto álbum de su carrera. Quizás su disco más susceptible y conmovedor. Despojado de fisuras y con un estilo afianzado en una década que se debatía entre lo nuevo y lo que no tenía clasificación alguna. “Ahora tenemos música, ideas, contenidos que encajan”, subrayó Bono sobre este disco. Pero nada es casual. The Joshua les abre puertas hacia donde ellos se dirigen, es un viaje inconsciente, plagado siempre de buenas intenciones. Comienza una nueva década, y editan Achtung Baby (1991), reinventándose y poniendo a prueba su vigencia y talento. Simplemente lo cambian todo, o casi. Su imagen será más oscura, se alejarán un poco de su público y les enseñaran que “se trata del vendaval que uno puede generar en su propia vida si uno se deja llevar por los deseos del propio corazón”, así describiría Bono este disco. Letras poderosas. La distorsión del sonido es también su distorsión con el mundo. “Había podredumbre seca en la casa en que empezamos a grabar el disco”, en palabras de Bono, “estábamos acostumbrados demasiado al éxito, sin ponerle atención a su lado corrosivo”. Esto sumado a su primer gran himno de la banda, One. Una canción que trata sobre lo difícil que es permanecer unidos, ya sea en una banda o en una relación. Luego llegaría su disco más salvaje, Zooropa (1993). Un experimento con la tecnología en su más alto nivel. La vuelta del Pop (1997), y así su nombre, es un disco donde la banda deja de ser seria por un rato y se lanza a la pista para no dejar de bailar. Un álbum libre, despojado de formalidades pero a la vez pretencioso. Aquí van a montar el espectáculo más grande del mundo, con un escenario de dimensiones ecuménicas y la última tecnología en su poder. Van a lucir lleno de brillos y excéntricos. Creyéndose inmortales.
La nueva década los encontrará nuevamente en sus raíces. Editan All that you can’t behind” (2000). “Es un disco acerca de la esencia, acerca de dejar de lado todas las cosas no esenciales y darse cuenta de cuáles son las cosas esenciales: la familia, la amistad”. (Bono). Este disco los convierte en una banda ya pasados sus 20 años juntos que puede disfrutar de su música tal vez más que en sus comienzos. Un disco virgen, primario, lejos de cualquier pretensión. “Yo quise hacer un disco crudo de las cosas sin las cuales no podríamos vivir”. (Bono).
En How to dismantle an atomic bomb, (2004) es un disco más rockero, una consecuencia de su anterior. Aportando canciones con un gran registro vocal seguido de una exquisitez melódica y sonido concreto. “Es la mejor colección de canciones que jamás hayamos reunido. No hay malas canciones. Pero, como álbum, el todo no es mejor que las partes, y eso me desconcierta”, (Bono).
El 2009 los encuentra con nuevo disco bajo el brazo No line on the hotizon. Es un álbum donde surge la entrega ante un mundo urgente. Con un sonido explícito teñido de sintetizadores y sobre grabaciones que quizás empañen el concepto final. Son canciones con una estructura lateral lasciva. Esta corrido por una vertiente de inspiración épica, mareado alrededor de un mismo sonido.
La dirección artística esta a cargo del ya estable equipo en las grabaciones de la banda irlandesa. La dupla Eno / Lenois. Este disco de U2 demuestra ser una evolución más en su intenso camino. “Este disco trata del mundo y del deseo de salir de él para escapar. Es un disco muy personal”, (Bono).
Pero es sábado 2 de abril de 2011 y U2 está a punto de comenzar su segundo show en Buenos Aires y todo lo demás no importa. Las luces se apagan 21:34 y los cuatro de Irlanda salen a escena. Lo primero que impacta es el sonido arrollador que logra empañar algo la voz de Bono, pero él es la esencia, y hace delirar a todo el estadio. La puesta en escena deja al público en un estado de júbilo y delirio. El inmenso escenario los deja libres. La poderosa guitarra de The Edge guía el sonido de la banda. Los acordes del bajo de Adam Clayton demuestran valentía y poder y los golpes en la batería de Larry Mullen Jr. llevan a un ritmo furioso este viaje en la capital de la provincia de Buenos Aires. Pero nada es al azar. La puesta de luces junto con la pantalla que, por momentos, calca al escenario, es demasiado para los ojos y los oídos de un ser humano. Un estadio colmado. Ellos tienen el control y lo ocupan con canciones. Escaleras movibles los acercan de a ratos a un público que se rinde a sus pies.
U2 logra honestidad y emoción. Sensatez y espacio lírico. Bono durante todo el concierto va a querer llevar el público al escenario, allí, viviendo cada canción con ellos. Un espíritu de libertad y honestidad se respira en la cancha. Un concierto dado desde el corazón, con picos de emoción en canciones como One o la versiòn acústica en manos de la dupla The Edge/Bono de Stuck in a moment you cant`t get out of.
U2 es una banda de una gran llegada con su público, no sólo por su música, si no principalmente por su sencillez y grandeza intelectual, cargado de “inocencia y experiencia” colectiva. El talento nunca los deja de lado y sus canciones hablan de que todo sueño es posible.
Estos 4 muchachos simples de Dublín, que alguna vez fueron compañeros de colegio, no vinieron a demostrar nada. Sólo que después de 35 años juntos, valió la pena formar una banda.
¿Cuál es la misión de U2? En palabras de Bono: No ser falsos. Ir a un lugar muy oscuro dentro de uno mismo es muy caro. Muchas bandas llegan a un determinado nivel de confort y no quieren estar ahí. U2 sigue lista para estar ahí, y pensamos que hay mucho por demostrar todavía.
2 horas 20 de concierto hicieron de las palabras del cantante la realidad más absoluta.
Algunas mejillas con lágrimas que caen y murmullos que apenas se dejan oír, harán terminar la noche.



04 04 2011

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