Julio Cotázar

Julio Cotázar

domingo, 11 de noviembre de 2012

Robert Plant

Estadio Luna Park. Robert Plant accedió al universo de los inmortales hace tiempo. Aquel día que conoció al guitarrista Jimmy Page, su vida iba a cambiar por completo. Junto a John Bonham y John Paul Jones formaron Led Zeppelin. Desde 1968 hasta su separación, en 1980, luego de la muerte del baterista, los cuatro músicos sellaron al rock para siempre y dejaron una huella indeleble. Plant nació en Staffordshire, Inglaterra, el 20 de agosto de 1948 y desde sus primeros años se interesó por la música folk y blues. Pero fue a través de Led Zeppelin donde su voz se transformó en algo así como un trueno de suavidad y dolor para todos los que lo siguieron. Hoy, con 64 años, 12 discos como solista, y luego de haber compartido escenario con sus antiguos compañeros de banda en 2007, concierto ahora editado en DVD, visitó nuevamente nuestro país para dar un concierto con su banda The Sensational Sace Shifters (Juldeh Cámara: violín y banjo africanos, Justin Adams: Guitarras, bendir y voces, John Baggot: Teclados, Liam Tyson: guitarras y voces. Dave Smith: Batería. Billy Fuller: Bajo y voces) en el Luna Park. Su primera visita había sido en 1994 en el Estadio de Vélez y la segunda junto a Jimmy Page en 1996 en el Estado de Ferro. Realmente sorprende inmediatamente el impecable registro vocal que conserva aún el mítico cantante. Su porte, su melena larga y rubia y su nueva banda, hicieron de este concierto un día imposible de olvidar. Robert Plant, conserva un gran humor y defiende el pasado con lucidez dentro de una sana distancia que le permitió llegar hasta aquí airoso. Su banda lució correcta y precisa, logrando un estilo distinto. Sus arreglos se inclinaron hacia el folk y sus raíces, incluyó mandolina y una interesante voz africana. Los acordes en las canciones de Led, muy alejadas de su versión original, llevaron al público a un delirio desenfrenado. Canciones como “Bron-Y-Aur-Stomp”, “Four Sticks”, “Ramble On”, “Goin To California”, “Blag Dog”, “Whote Lotta Love”, “Black Dog” y “Rock and Roll”, fueron los clásicos de la banda ingesa. Robert Plant goza de buena salud en su música y en su manera de acompañar el paso del tiempo. Se ríe, gestualiza, se da vuelta para mirar a su banda, disfruta y vuelve a sonreír de cara al público. Sencillamente un show extraordinario, dueño de una voz envidiable, de las mejores que ha dado la historia de la música, sin exagerar. El ex Led Zeppelin volvió a pisar nuestras tierras, esta vez para recordarnos que el rock esta muy lejos de morir.