Julio Cotázar

Julio Cotázar

lunes, 10 de noviembre de 2014



Todos los destinos conducen a un cielo naranja
las hordas están presentes al borde del sol
y una herida de corrupción interrumpe la gloria
El corazón franquea sus instintos
bajo la condición mártir de un guerrero zulú

La oxidación de un cuerpo desorientado
la red de palabras sin frecuencia migratoria
Un trozo de pan terrestre alza las botellas
como el sueño de un rayo entre árboles mojados

¿Será la aberración una amenaza demente?
Los fuegos apagan la entrada de los túneles
y nadie pregunta por tus ojos nuez

Es costumbre mirar de costado el porvenir
tu espacio y mi recuerdo agitarán los días heridos

para dejar pasar la inocencia del fuego