Asustada allí
te reconozco siempre
entre dichas y calumnias
te hablaba acerca
del viento íntimo
frente a un espejo
una puerta de madera
esa vista de calle
una antigua columna amarilla
pero era de antes
ese pasillo angosto
como un árbol o una insignia de papel
fui a caer entre tus brazos
en forma de blanca luz
acostumbrado a cerrar los ojos
¿Perderemos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario